«Tener familia numerosa Hoy Es Una heroicidad»
LAURA PERAITA
Día 30/10/2014 - 02.11h
El alcalde de Alcorcón (Madrid) Explica las Medidas Que Han Hecho Que Do municipio RECIBA El Premio Europeo de Familias Numerosas
El Ayuntamiento de Alcorcón ha Sido Galardonado recientemente Con El Premio de la Confederación Europea de Familias Numerosas Por Sus Políticas sociales. David Pérez , alcalde of this Localidad, reconoce Que Es Un «estímulo Importante» y Hace Una Invitación a Todos los consistorios de España párr Que IGUALMENTE «Pongan en Marcha Medidas Que apoyen una Familias las».
En Su Opinión, RESULTA Que indispensables las Administraciones Públicas «sí vuelquen en this SENTIDO Porque Las Familias numerosas Hacen Una gran Aportación a la sociedad en Un momento en la del que Demografía española ESTA Dando claros signos de menor ONU, Número de Nacimientos. Apoyos Sin, Tener Una Familia numerosa es Una gran heroicidad », confiesa.
Con El Objetivo de ofrecer Una Recompensa al Esfuerzo de ESTAS Familias, desde el Ayuntamiento de Alcorcón -y gracias al Apoyo del Gobierno de la Comunidad de Madrid- sí decidio Realizar bonificaciones fiscales en el IBI de Entre el 70 y el 90% de las Familias numerosas. Para el resto de Familias en general, la estafa independencia del Número de Miembros Qué es la Componen , sí aplican DESCUENTOS de 50% en Escuelas y Centros Deportivos Municipales.
Este Año also sí ha CREADO ONU Centro de Apoyo Familiar Desde el Que se imparten Programas de Orientación, SE OFRECE Asesoramiento en mediación familiar, psicológico Apoyo, Jurídica e Información, inclusó, heno Una Escuela de Familia Para Todos Aquellos Interesados en mejorar Las Relaciones Entre Todos SUS Miembros y de resolución de Dudas.
Otra de las Medidas Es La Figura del Defensor de la Familia , de la ONU profesional Que OCUPA this pecado carga cobrar Por Ello Y Que sí dedicación un Atender A Las Familias en Aquellos Asuntos Que necesiten Asesoramiento.
EXISTE Un gran Empeño «en aplicar Una perspectiva de familia un TODAS las Políticas del Ayuntamiento -añade Pérez-. Es Decir, Que Damos una cola Prioridad En Una zona Exista ONU Donde infantil Parque Los Padres e hijos puedan Pasar Su Tiempo de Ocio Frente a Otras Decisiones Que No les afecten directly ».
El Programa de Maternidad Sostenible, El Rincón del Bebé, El Club de la infancia, las Actividades Para El fomento de la lectura en familia, el «Programa Irene» de Prevención de Violencia sexual en la infancia, «Alcorcón Concilia» , Que ya ha concedido el 30 de Sellos a Empresas Que permiten conciliar, o los Programas de Ocio Alternativo al «botellón» Para Los Adolescentes hijo Otras de las Políticas Puestas en Marcha En Este municipio.
La escuela permeable
Una mayor implicación de las familias mejora los resultados
Algunos colegios obstaculizan la participación externa, pero no todos los padres están dispuestos a trabajar con el maestro
Una
madre y un hijo dibujan juntos. / LIAM
NORRIS (GETTY)
Las
familias deben implicarse en la educación de sus hijos. Eso nadie
lo duda y los estudios avalan la mejora de los resultados académicos
cuando eso ocurre. Pero no todos los padres están animados a
participar de la vida escolar, ni todos los centros abren sus
puertas al exterior para que la formación de los niños fluya
también de fuera a dentro. Se trata, dicen los especialistas, de
fomentar las vías de participación y comunicación entre escuela y
familias, mejorar la predisposición a colaborar de ambas partes y
favorecer la conciliación laboral con el horario escolar, como
principales medidas. Pero no es fácil, y cada vez que se menciona
un problema educativo, como los malos resultados de los alumnos
españoles en la prueba de resolución de problemas cotidianos, se
desentierran las culpas. ¿Qué responsabilidad tienen las familias
y cuánta los docentes?
“Tras
unos años en que las familias casi eran apartadas de las escuelas
porque se pensaba que la educación debía quedar solo en manos de
expertos, ahora se ha pasado a implicarlas más en todo el proceso”,
explica Ismael Palacín, director de la Fundación Jaume Bofill,
experta en temas educativos. Y añade que “se ha pasado incluso a
culpabilizarlas” de los malos resultados de los estudiantes.
De
la importancia de la implicación de las familias en el rendimiento
de los estudiantes da cuenta el informe PISA 2009. En aquellos casos
en que los padres leían a sus hijos a menudo durante el primer año
de primaria, los adolescentes obtuvieron 25 puntos más de media que
sus compañeros. Diferentes estudios coinciden en que los padres
cada vez están más encima de los estudios. El 80% de los niños de
primaria reciben ayuda y el 45% de los de secundaria, según la
Encuesta sobre los hábitos de estudio de los niños españoles de
TNS Demoscopia.
Marina: “De la personalidad del niño debe ocuparse también el colegio”
“Los
padres están ahí. No es verdad que deleguen la responsabilidad en
la escuela”, afirma tajante Marta Comas, antropóloga, educadora
social y directora del estudio de la Fundación Jaume Bofill ¿Cómo
participan madres y padres en la escuela?, realizado a partir de una
encuesta a 1.500 familias catalanas con hijos de hasta 16 años. El
informe revela que a más nivel formativo y más poder adquisitivo,
las familias se implican más en todos los ámbitos. Mientras el 73%
los padres con estudios primarios asisten a actividades de la
escuela (fiestas o charlas) y el 23% participa activamente en las
AMPA, los porcentajes se elevan al 85% y 30% respectivamente cuando
se poseen títulos universitarios.
La
implicación en el caso de familias monoparentales (por problemas de
conciliación) y de inmigrantes es más reducida. En cuanto a este
último colectivo, los expertos de la Bofill descartan el argumento
de “choque cultural” para explicar su menor participación y lo
justifican en la confluencia de elementos como el bajo nivel
económico y formativo con una mayor probabilidad de movilidad o
cambio de escuelas debido al trabajo de los padres. “Pero a
iguales condiciones económicas y de movilidad entre inmigrantes y
autóctonos, se igualan también los niveles de participación. El
echar raíces y establecer lazos con la comunidad es clave para
superar las barreras de participación”, apunta el informe.
El auge de la ‘educación en la sombra’
Cuanto
mayor es el niño, más temen los padres tener que ayudarle con las
tareas al volver del trabajo. Por ello acudir a clases de refuerzo
en una academia o recibir clases particulares en casa se ha
convertido en algo habitual en muchos hogares. Es lo que los
británicos llamanShadow
Education (educación
en la sombra). En 2011 se contabilizaban hasta 18.000 pequeñas
empresas dedicadas a ello en España.
Los
datos de PISA 2009 indican que el 60% de los chicos de 15 años
españoles habían recibido clases particulares. Es una proporción
que se puede considerar alta si la comparamos con la media de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE
(51%). Y coloca a España como el segundo país de Europa que más
utiliza este recurso, por detrás solo de Grecia.
“Al
ser una actividad privada, es utilizada prioritariamente por las
familias de más alto rango social, económico y educativo, hecho
que afectaría profundamente la equidad y la cohesión”, denuncia
Ariadne Runte-Geidel, profesora de Teoría e Historia de la
Educación de la Universidad de Jaén, en su estudio La
incidencia de las clases particulares en España en los datos de
PISA.
En
Asia, los altos resultados en esta evaluación internacional no
solo se relacionan con la metodología en las aulas, sino con las
horas pasadas en clases extraescolares. Sus familias se gastan
verdaderas fortunas en garantizar que sus hijos reciben una
educación exquisita que les permita ascender socialmente. En
China, por ejemplo, la educación supone un 20% de los gastos de
las familias. Y recoger los frutos de estos esfuerzos se convierte
casi en una obsesión que acaba por martirizar a los alumnos. El
pasado año, en un caso extremo, dos adolescentes se quitaron la
vida al no ser capaces de terminar a tiempo sus deberes.
Si
tenemos en cuenta todas las edades desde la infancia a la
adolescencia, el 44% de los chicos en España toman clases de una
actividad no deportiva, un porcentaje en la media mundial. Del
fútbol o el yudo se ha pasado al Kumon para mejorar en
Matemáticas, o a aprender chino. Crece el porcentaje incluso en
países en los que las familias eran reacias a los complementos,
como Alemania, Noruega o Francia, donde acuden el 20%.
Hay
otros motivos, más relacionados con costumbres y hábitos. “Algunos
padres desconocen hasta qué punto es correcto implicarse, hay miedo
a invadir el terreno del profesorado. Y por parte de los maestros,
hay miedo a que no sea respetado su criterio profesional”, señala
Jordi Garreta, profesor de Sociología de la Educación en la
Universidad de Lleida.
“Si
el niño tiene problemas en la escuela y no se siente bien, no va a
hacer nada por atraer a sus padres a ese entorno”, añade Maria
Jesús Comellas, profesora del Departamento de Pedagogía Aplicada
de la Universidad Autónoma de Barcelona. Para esta experta, a veces
las propias escuelas levantan muros con actos tan visibles como no
dejar que los padres pasen de la puerta principal, excepto en
preescolar o para las fiestas. “Es una barrera simbólica y
afectiva. Esto no ayuda para que los padres establezcan un vínculo
con la escuela. A veces también falla la actitud, porque los
profesores están a la defensiva”, tercia Comellas, que apuesta
por abrir nuevas vías de participación a las familias. Una actitud
que choca si se compara con Finlandia, por ejemplo, donde un
contribuyente puede sentarse en una silla y seguir una clase para
comprobar si su dinero se invierte bien.
Una
experta cree que las tareas de la vida cotidiana son cosa del hogar
“La
relación con la escuela parece más cercana en primaria porque te
acercas a buscarles, pero en realidad es tan opaca y cerrada como en
secundaria. No sabes nada de la movilidad de la plantilla, del
fracaso escolar...”, sostiene Isabel Ordaz, de la asociación Otra
escuela es posible, que crearon hace seis años un grupo de padres
en Madrid. “La educación de mis hijos es la misma que recibí yo.
Memorizar y memorizar. Algo tiene que cambiar”, añade.
Muchos
centros están rompiendo estos muros. En la escuela Els Encants de
Barcelona realizan la que llaman entrada relajada. A las 9 de la
mañana y durante media hora los padres pueden entrar en la clase.
Durante este tiempo los profesores aprovechan para contactar
individualmente con los padres y el alumno y mantienen una charla,
por ejemplo, sobre cómo han pasado la noche. También se hace
participar a los padres, invitándoles a que hagan alguna actividad
relacionada con su profesión. “Si el padre es economista, puede
llevar las cuentas. Si es jardinero, puede ocuparse de las plantas.
Si es cocinero, que se encargue de la comida. Todos los padres deben
aportar sus habilidades y capacidades, sean cual sea su nivel
formativo. Y la escuela deber saber darles valor y aprovecharlas”,
apunta Comas.
El apoyo en casa disminuye a medida que el estudiante se hace mayor
“Los
padres se desvinculan cuando los niños crecen y hay que decirles:
‘Oiga, que su hijo no es tan mayor, que está en una edad muy
fastidiada y hay que estar pendiente de él’. Y lo que pasa es que
al final, quien viene a hablar con el tutor es el padre del niño
que va bien”, defiende al gremio José Antonio Martínez, director
de la federación de directores de centros públicos. “Existen
mecanismos en los centros para que los padres se informen. Por
ejemplo, el programa educativo está en la web. Lo que no podemos es
enfrentarnos profesores y padres”, añade.
Pero
la crisis está demoliendo muchas de estas barreras mentales y
costumbristas, dejando paso a una actitud más práctica y de
convivencia ante las dificultades económicas. Se empezó por
pequeños actos, como aunar esfuerzos para limpiar el colegio, darle
una mano de pintura o arreglar desperfectos. Pero con el
enquistamiento de la crisis y el empobrecimiento de muchas familias,
las AMPA, a pesar de haber perdido la mayoría de las subvenciones
públicas, están organizándose para facilitar libros de texto,
becas de comedor o incluso ropa de abrigo para las más necesitadas.
“De
apartar a los progenitores se ha pasado a culparles”, opina otro
analista
A
la hora de hacer los deberes, la implicación de los padres varía.
Se vuelcan al comienzo; lo hacen un 88% de padres con hijos en los
dos primeros cursos de primaria. Este porcentaje retrocede hasta el
60% al final de este ciclo. En cambio, al acabar la ESO solo un 26%
ayuda siempre a su hijo. “A lo mejor piensan que ya son más
autónomos, pero posiblemente haría falta una mayor supervisión”,
apuesta Comas. “La ayuda no tiene que centrarse en los contenidos,
sino en la gestión del tiempo, en el interés por lo que sucede en
la escuela, en la supervisión de la realización de los deberes…”,
remacha el filósofo José Antonio Marina, presidente de la
fundación Universidad de Padres.
Pero,
¿qué papel educativo juega la escuela y cuál la familia? Comellas
define los cometidos: “Los maestros son los especialistas del
aprendizaje, tienen unos conocimientos que muchas familias no
poseen. La escuela también es el núcleo de desarrollo social y
afectivo. La familia debe aportar estos vínculos afectivos y
enseñar los quehaceres de la vida cotidiana. Enseñar a poner una
lavadora o coger un metro es trabajo de los padres, no de la
escuela”. Pero esta experta destaca un “espacio común” entre
ambos lugares, en el que “se ayude al niño a madurar, a hacerlo
autónomo y enseñarlo a espabilarse”.
“La
educación camina sobre dos patas: la instrucción y la formación
de la personalidad. De la instrucción se ocupa la escuela, de la
formación de la personalidad, los dos”, opina Marina. “Y cuando
los padres se retiran de estas funciones, los docentes deben
compensarlo. Somos los grandes cuidadores de la infancia y de la
adolescencia”.
Este
alejamiento durante la secundaria de los padres se produce también
en las actividades escolares. Si la asistencia a estos actos llega
al 90% de las familias en infantil, en la ESO se queda en el 53%,
según la Bofill. Los expertos aclaran que influye el que los
institutos públicos no acostumbran a organizar muchos festejos
abiertos a las familias —solo lo hace el 44%—, mientras que
abren el 82% en la privada y concertada.
Para
Comas, los institutos públicos “suspenden” en muchos de los
indicadores de relaciones con las familias y apuesta por
reforzarlos. “Las familias deberían estar más presentes en la
secundaria en el ámbito lúdico y educativo. Como en la orientación
profesional para los años futuros”, apunta la profesora.
En
cuanto a la relación directa entre familias y escuela, el informe
asegura que el 89% han asistido, al menos, a una entrevista con el
tutor. “Hay padres, sobretodo en secundaria, que explican que solo
van a ver al tutor si se produce algún incidente, pero defienden
que sus hijos no dan problemas y no ven necesario entrevistarse con
el profesor”, explica Sandra Escapa, investigadora de la Fundación
Bofill. Con el fin de acabar con esta desconexión entre los centros
y los hogares, hace unas semanas el sector de la concertada lanzó
un manifiesto para que se reconozca por ley una flexibilidad laboral
para hacer un seguimiento educativo.
Estas
barreras en la conciliación aumentan la brecha entre los centros
escolares y los hogares pese a marchar juntos en las mareas verdes
contra los recortes educativos. “Hay una falta de comunicación,
un recelo destructivo entre escuela y familia”, subraya Marina. Y
lo achaca a dos factores importantes. “El actual predominio de la
cultura de los derechos sobre una cultura de los deberes. Todos
somos muy rápidos en exigir a los demás, y muy lentos en exigirnos
a nosotros mismos”, reflexiona, “y muchos padres piensan que una
crítica a sus hijos es una crítica hacia ellos, y responden
violentamente”. El trato al maestro ha dejado de ser reverencial
como antaño y ahora es de tú a tú.
Una
de las vías más habituales que tienen las familias para implicarse
en la escuela es inscribirse en las asociaciones de padres y madres
de alumnos, las AMPA. Según la encuesta catalana, un 84,4% de
familias están asociadas a una de ellas y un 27% participa
activamente. El resto aduce desinterés por la tarea que realizan o
porque no pueden pagar la cuota. Pero a pesar de las dificultades,
las familias no renuncian del todo y apuestan por la educación de
sus hijos. Un botón: el porcentaje de escolares españoles que
cursan todo un año en el extranjero ha crecido un 23% en dos años.
SUCESOS | Los progenitores han sido detenidos
La Policía rescata a un niño abandonado por sus padres para irse de copas
Europa Press | ELMUNDO.es | Madrid
Actualizado martes 23/11/2010 17:53 horas
Agentes de la Policía Nacional han detenido a Pablo Andrés T. y a Silvia Paola S.S. como presuntos autores de un delito de abandono de menor después de que los policías rescatasen al hijo de la pareja, de seis años de edad, del interior del vehículo familiar, en el que le dejaron para irse de copas.
Los progenitores se marcharon del coche diciendo al niño que se iban con unos amigos a comprarle un regalo. Durante el tiempo en que se quedó sólo en el interior del coche, agentes que patrullaban la zona encontraron al menor llorando y con mucho frío. Cuando los policías localizaron a los padres, mostraban "claros signos de embriaguez".
Los hechos tuvieron lugar en torno a las tres de la madrugada del pasado domingo en la plaza Carlos Trías Bertrán.
Agentes de la comisaría de Tetuán se encontraban patrullando por una zona de ocio de este distrito cuando advirtieron que en el interior de un vehículo se encontraba un niño solo y llorando.
Se dirigieron hacia el automóvil y comprobaron que el pequeño se encontraba en el asiento delantero, sollozando y con síntomas de estar pasando frío. El menor dijo a los policías que no sabía cuanto tiempo llevaba allí y que sus padres se habían ido con unos amigos a comprarle un regalo.
Ante esta situación, los agentes comenzaron de inmediato las gestiones para localizar a los padres, logrando contactar con ellos instantes después. Más tarde, se personó en el lugar la madre del menor conevidentes síntomas de embriaguez y mediante balbuceos comentó a los policías que había salido a tomar algo y desconocía qué hora era.
Apenas unos minutos más tarde, otros agentes de paisano localizaron al padre en una de las discotecas de la zona, igualmente con claros síntomas de encontrarse bajo los efectos alcohol. Ambos fueron arrestados.
Por su parte, el menor fue acompañado a la comisaría de Tetuán desde donde se realizaron numerosas gestiones para localizar a algún familiar que pudiera hacerse cargo del niño. A las siete de la mañana, una tía de la madre del menor se hizo cargo del pequeño.
:
Familias
multiproblemáticas son factor de riesgo
Aunque las drogas no respetan edad, color, sexo ni posición
social, las familias multiproblemáticas son un factor preponderante
para el desarrollo de las adicciones y son las zonas marginadas las
más vulnerables al problema, dijo Milton Reyes Cárdenas,
subcoordinador de los Centros de Integración Juvenil (CIJ).
Una
familia multiproblemática la define, según los conceptos de los
CIJ, no es una que simplemente tiene problemas, como lo dice su
nombre, sino que como organización ha fracasado y manifiesta dos
principales errores que concluyen en caos: el factor conyugal y el
parental, lo que refiere el fracaso en las relaciones como pareja de
los jefes de familia y como padres.
Milton
Reyes comentó que este tipo de familias es común encontrarlas en
las zonas marginadas y en las colonias donde existe mayor pobreza,
donde se registra un tipo de naufragio de la familia, pues se
manifiesta sin rumbo y sin control alguno.
Las
familias multiproblemáticas mantienen un alto riesgo para la
adquisición de adicciones, ya que la oferta de sustancias predomina
en estas colonias, que pueden encontrarse en la periferia de la
ciudad.
Como
un ejemplo, la proliferación del cristal en la ciudad de Durango,
recordó, abarca las colonias ubicadas con anterioridad, así como la
Zona Centro, en cuanto a su comercialización, pero este aspecto
simplemente es un comportamiento de oferta y demanda, mientras que el
riesgo se encuentra dentro del seno familiar.
Para
el tratamiento de las familias multiproblemáticas es necesario que
haya buenas relaciones entre sus integrantes en distintos aspectos,
como el cognitivo, el emocional y el pragmático.
Dentro
del núcleo familiar debe existir reconocimiento, valoración,
afecto, cariño, ternura y sociabilización con los hijos; también
tiene que manifestarse en el nivel conyugal el deseo y sexo adecuados
y maduros a nivel de la pareja y todos esos aspectos son expresiones
de una buena nutrición familiar.
Con
respecto a los valores que se determinan como ingredientes para el
funcionamiento de una familia, Milton Reyes expresó que el amor es
una base primordial, pero no es el romanticismo que se entiende en
muchas ocasiones, sino que envuelve otros aspectos que implican
maduración, salud, comunicación, etcétera, que provoca un mayor
entendimiento entre sus integrantes.
Finalmente,
expresó que la familia no es buena ni mala, pero se sabe que si ésta
no cumple con los aspectos de funcionalidad, entonces ocasionará una
patología de malestar y sufrimiento.
TRADICIÓN
Observan
protección
Especialistas
consideran que normas familiares de los mexicanos ha protegido de
alguna manera a los jóvenes.
·
En México las cifras de consumo de drogas son inferiores a las de
otros países.
Una familia de
puertas abiertas
Juan y Alejandro,
padres adoptivos de una niña, acogieron a dos menores en sutuación
de desamparo
eva
de león 24.12.2013 | 02:10
Juan,
Alejandro y Paula, con el menor acogido. | andrés cruz
Alejandro Sosa y
Juan Antonio habían ya adoptado a la pequeña Paula, que hoy tiene
tres años, cuando decidieron acoger a dos niños en situación de
desamparo y bajo la tutela del Gobierno canario,
aunque uno ya no está con ellos. Han cumplido así el sueño de ser una gran familia: "Creemos que hay mucho amor por dar, además de muchos niños que necesitan de una familia para salir adelante. Nos animó una amiga. Y eso ya nos decidió a dar el paso definitivo, y éste nos enseñó que el amor crece cuando se reparte", comentan los miembros de esta pareja homoparental.
Su deseo de ser padres había estado latente durante su relación, y tuvieron claro que era una asignatura que no dejarían pendiente. "Por Paula nos casamos, no es que fuera una prioridad entre nosotros, pues estábamos bien juntos, pero era una de las condiciones de la adopción, y la cumplimos con gusto", explica Alejandro.
"Una vez conocimos el Plan de Acogida Familiar de la Consejería de Políticas Sociales, sin dudarlo nos lanzamos a llamar y que nos incluyeran entre las familias. Además, muchos de los técnicos con los que tratamos para esta iniciativa los conocemos debido a que son los que en su momento nos ayudaron en el tema de la adopción, con lo cual nos conocían de sobra", añade Alejandro, que se disculpa por tomar la palabra, pero Juan añade "es una idea de los dos, y yo estoy de acuerdo en todo lo que dice".
Paula, la hija de ambos, lleva la convivencia "con absoluta normalidad. Yo creo que los niños se adaptan a los cambios con mayor y más facilidad que nosotros los adultos", manifiesta Alejandro. "Sí que sabe que no son sus hermanos, y nos cuestionó en su día por qué estaban en casa, y le respondimos que sus padres estaban malitos y durante un tiempo se iban a quedar con nosotros, su respuesta, ¡Ah, vale! Cuando el otro niño se marchó, nos preguntó a los dos días, que dónde estaba. Le contamos que sus padres ya estaban mejor y había vuelto con ellos. Y con absoluta tranquilidad respondió, bien", manifiesta Juan.
Ambos afrontan el hecho de que el niño no se quedará con ellos con sosiego. "Si es algo que muchas personas nos preguntan cuando les contamos nuestras circunstancias. No veo justo para el niño que estemos pensando en cuando se lo lleven. Queremos darle lo mejor, todo el amor, criarlo como un hijo más. Y si nos dicen, ¡mañana se va!, pues cuando se vaya, ya lloraremos", confiesan Juan y Alejandro.
Así también comentan que "si Paula en algún momento se hubiera sentido molesta o rechazara a los otros niños, abandonaríamos el proyecto- indica Juan-, pero se le explicó que ambos menores estarían durante un tiempo con nosotros y no hubo problema ninguno con ella. Es la primera que aceptó sin incidente alguno la situación" corrobora Alejandro.
El día a día en esta familia es como la de cualquier otra, "levantarnos, prepararnos, cambiar pañales, hacer biberones, llevar a Paula al colegio, no sé. Sí que tenemos todo muy regularizado, porque creemos que los niños sobre todo necesitan reglas y una rutina", señalan ambos.
Por otro lado, el ser ahora mismo padres de acogida les ha aventurado a "preparar los papeles para una segunda adopción. Sí que teníamos presente en todo momento que no queríamos que Paula fuera hija única, y pensábamos adoptar, y ahora con todo esto, ya estamos los trámites. Aunque, si tenemos otro niño, no dejaremos el programa, porque creemos en darles muchos amor y cariño y un hogar lleno de felicidad y calor".
"Creo que nuestra casa es juguetes por todas partes, y un trabajo constante, pero no me pesa", aclara Alejandro, el "amo de casa", como se definió. "Me gusta, preparar a los niños, estar pendientes de ellos. Ahora mismo, no estoy trabajando porque decidimos que mientras Paula fuera aún pequeña me quedaría en casa. Y ya después se verá".
La familia está encantada con su decisión, aunque no dejan de recordarles que puede ser duro. Pero su respuesta es la misma "hay que vivir día a día y disfrutar de estos momentos que pasamos con ellos, cuando tenga que irse pues lo hará, pero mientras, lo pasamos lo mejor posible todos juntos".
Alejandro apostilla, "hay que tener presente, en todo momento que los hijos, ni siquiera los propios, son tuyos, son personas independientes de por sí. Sí dependen para que los críes y saques adelante, pero no son una propiedad. Así que al acoger a niños, es una idea igual. No son tuyos, pero sí que mientras esté, se le trata como un hijo más de la familia".
Su experiencia es enriquecedora y muy entrañable, y por este motivo animan a todo el mundo a que se preste a este tipo de acto solidario. "Que la gente cambie el chip, que no piense que los hijos son únicos. Estos niños se les acoge, se les presta una ayuda , se les da una familia, algo que no tienen en los pisos tutelados. No es que los traten mal, ni nada parecido. Pero es personal que están allí ocho horas, y aunque les den cariño, ellos tienen turnos. Una familia está ahí, para ti, las 24 horas del día".
Afirman no tener relación con la familia del menor que tienen acogido, porque sus circunstancias son complicadas. Lo aceptan, y "si en un futuro quieren conocer quienes somos pues estamos encantados. Paula estuvo dos meses con una familia de acogida, y ahora mismo, tenemos relación con ella. Y hablamos, les contamos de ella, mandamos fotos. Y nos gustaría con los niños que estamos, pero no es decisión de la familia".
"Nosotros estamos devolviendo el favor que en su momento una familia hizo por nuestra Paula. Y lo seguiremos haciendo el tiempo que podamos. Porque, además, donde hay niños hay alegría y risas. los niños necesitan una infancia y que alguien se dedique a ellos, por eso animamos a todos a que se integren en el programa, porque es muy satisfactorio" aseveran Juan y Alejandro.
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